LA DISCUSIÓN NO ES ELECTORAL, ES SOBRE REHACER EL ESTADO
No me cansaré de decirlo hasta la saciedad si todavía hay quienes persisten en vender la idea de no abandonar el terreno electoral para no dejarse ganar espacios de la narcotiranía. no se trata de ir a elecciones, ni tampoco de las garantías para que éstas se lleven a cabo. se trata de entender la magnitud y la complejidad de la situación que azota a Venezuela, y eso pasa por comprender que nuestro país se ha convertido en una piñata, donde las mafias (Guerrilla FARC-ELN, Terroristas HAMAS-HEZBOLAH, Carteles de la droga y el Hamponaje) se pelean por el control de sitios estratégicos del país. Ellos controlan las armas, el dinero y el territorio.
¿De qué sirve ganar unas elecciones (si se llegasen a ganar), si al día siguiente las mafias haciendo uso de su fuerza y de todo lo que controlan pueden neutralizar cualquier espacio que hayas ganado mediante el sufragio?. Tenemos evidencia empírica de ésto; en 2015 habíamos ganado el parlamento con mayoría calificada, y para 2019 la situación de los diputados era: exiliados, en desacato y sin derecho a legislar en el capitolio, siendo estos sustituidos por una falsa ''constituyente'' cubana, que, hasta el día de hoy, no ha presentado al país ni una sola reforma constitucional, y, ni un solo artículo.
Hablar de elecciones en un país que está en camino a desaparecer como nación es un absurdo, reduce la dimensión del problema a una rebatiña ideológica y pretende seguir prolongando la agonía de muchos venezolanos. Venezuela es un estado fallido, y en consecuencia no goza de soberanía nacional ni de las mínimas garantías exigidas por la comunidad internacional para cualquier persona en cualquier parte del mundo. Hablamos de una nación ocupada y controlada por mafias que instalaron un sistema de destrucción masivo netamente criminal, que pretende seguir sus aspiraciones expansionistas más allá de las fronteras venezolanas, refugiándose y escondiéndose detrás de los diferentes partidos de extrema izquierda en los países occidentales. además de infiltrarse en las diferentes manifestaciones concernientes a la interseccionalidad y categorías sociales. occidente debe entender que Venezuela es una bomba de tiempo, que, de no actuar pronto podría llegar a ocasionar una inestabilidad desastrosa en el hemisferio, representando así una amenaza para la democracia y la seguridad nacional de muchos países incluyendo a Estados Unidos.
Dicho todo esto, la única y la más eficiente manera de socavar las intenciones del foro de Sao Paulo y el grupo de Puebla, es atacando el centro de operaciones de la misma, que se encuentra en Venezuela (Dirigida desde cuba, con el apoyo de Rusia, China, Turquía e Irán), mediante una operación militar y multilateral que represente una fuerza real, creíble y superior a la usada por la narcotirania en contra del pueblo Venezolano. Para ello, existen diferentes recursos y mecanismos suscritos y establecidos en las diferentes organizaciones multilaterales, es cuestión de seguir una ruta coherente que encamine las fuerzas internas de Venezuela para fusionarlas con las fuerzas externas, y que deriven en una ruptura de la línea de mando del conglomerado criminal, logrando extirpar a la peste chavista. así, y solo así, después de Refundar el estado y Reinstitucionalizar el país, podremos hablar de elecciones realmente libres.
Por:
Iván Vides
@Ividess
Comentarios
Publicar un comentario